Reflexión Pagana

En la vida hay muchos caminos por los que vas a recorrer. En un tiempo correrás por largos parques, altas montañas. Te sentarás en la orilla de un río. Habrá encrucijadas, deberás tomar decisiones. Días claros y días oscuros. Aún así vivirás.

Hace ya mucho tiempo, tanto como más de 20 años. Recuerdo como la magia siempre estuvo presente en mi sin siquiera saber que la Wicca existía. Mementos en los que, a través de simples hechizos fabricados por mi, lograba mis cometidos. Los deseos del corazón de un niño  de tan solo unos pocos años son firmes y muy poderosos. Encender a oscuras solo un vela y bailar en las llamas. Repetir una y otra vez runas, sin conocerlas.

Plasmado quedó en el tiempo aquellos recuerdos. Hoy ya entrado en años y luego de haber leído y conocido cada día un poco más. Cuanto orgullo llena el corazón de todos aquellos paganos que sin saber una sola gota de nada, viajaron en el tiempo a través de su propia sangre.

He llegado a saber y sentirme cómodo con la Wicca. Ya que fue el conocimiento que me explicó en palabras las cosas que sentía en mi piel. Más aún así no son el fin de este camino. La Wicca es sólo una religión, una senda pagana. Y yo soy un brujo. Nacido y criado en esta vida para ser libre de elegir lo que sentimos. Ser pagano es vivir en libertad. Levantarte cada mañana y disfrutar del sol y del día nublado. Ver la magia en cada movimiento.

He aprendido de muchas religiones. He recorrido sendas y montañas. Viajado por ríos y ciudades. Visto el ancho mar y su poder. Volado por los cielos infinitos. Agradecido por lo apreendido. Y ansioso por todo lo que vendrá. Quería contarles lo que soy hoy. Muy distinto del que era ayer. Y diferente del que seré mañana. Así como ustedes que recién comienzan o que llevan años.

Elegir es ser, es vivir. Wiccano, pagano, brujo, cristiano o ateo, gnóstico, y así muchas otras más. Tantas como olas en el mar. Cada ideología nos representa nos pone en un lugar, en una vereda. Y pensar que el mundo espiritual es tan sólo uno. Somos los únicos que a nuestro mundo dividimos. No sé apresuren como muchas veces hice. Cierren sus ojos y dejen el viento cante en sus oídos su verdad. Escuchen atentos a su latir.

Cuando en verdad encuentres lo que buscas realmente te sentirás libre de ser lo que siempre fuiste al nacer.

Los Dioses sean con ustedes, feliz partida y feliz reencuentro...